"La ciencia cada vez màs se parecerà a la hierba, estara en el medio, entre unas cosas y otras, acompañando su fuga (aunque bien es cierto que los aparatos de poder exigiràn cada vez màs una reordenaciòn, una recodificaciòn de la ciencia)" Gilles Deleuze

Maurice Banchot

“Lo que nosotros negamos no carece de valor ni de importancia. Más bien a eso se debe que la negación sea necesaria. Hay una razón que no aceptaremos, hay una apariencia de sabiduría que nos horroriza, hay una petición de acuerdo y conciliación que no escucharemos. Se ha producido una ruptura. Hemos sido reducidos a esa franqueza que no tolera la complicidad.

domingo, 11 de octubre de 2009

Escritos alumnos



Primer Parcial no presencial Primer Cuatrimestre

Epistemologìa, Turno noche, 2009


Su fe en la ciencias, Julio Cortàzar

Cuando elegí el texto de Cortázar, mi primer objetivo fue tratar de desafiar a la “esperanza”. Simplemente no podía entender el hecho de que le haya sido imposible clasificar a esos tipos fisonómicos. Entonces decidí hacer una división entre los autores que estuvimos estudiando, no separándolos por su fisonomía claro, sino por sus ideales y maneras de pensar. Empecé entonces con dos grandes grupos: los filósofos de la época de la revolución científica y los filósofos del siglo XX, basados en una epistemología más asentada. Me incliné entonces por el segundo grupo y si bien Cortázar los reunió a todos en el Paulista de San Martín, yo no pude sino reunirlos en mi mente. Me puse a analizar a cada uno de los ocho autores que consideré aptos para este grupo y noté (como lo hizo la esperanza con los ñatos) que no podía tomarlos a todos por igual, sino que había pequeños subgrupos dentro de este más grande. Descarté en un principio a los positivistas (debido a que aún no los profundizamos y además no son de mi agrado). Me quedaron entonces los señores Lagache, Canguilhem, Koyré y Thuillier, y sus estupendos pensamientos y reflexiones. Pero enseguida tuve que descartar al segundo, ya que él pensaba que la diversidad de la psicología no era signo de unidad como decía Lagache. No podía darle un sándwich de anchoas y huevo al ya fallecido Canguilhem, pero al menos podía borrarlo de mi mente por un rato.

Estaba dispuesta a seguir con mis investigaciones, y a encontrar similitudes en los demás autores, como el intento de desenmascarar la sobreestimación sobre la ciencia por parte de Koyré y Thuillier. Fue entonces cuando me detuve un segundo y pensé en lo que Canguilhem criticó a Lagache, y desde ese momento no fue necesario continuar con la investigación. Supe entender a la esperanza. A esta se le había hecho difícil encontrar dos personas iguales, pero a mí se me complicó encontrar dos personas distintas. Porque, como dijo Lagache, “la diversidad no es signo sino de unidad”, y si bien estos autores tenían diferentes posturas (como los tipos tenían diferentes rasgos) todos apuntaban a un mismo objetivo: querían seguir viviendo a expensas de mi mente.

Antonella Teglia

Comisiòn: Prof.: Flavia Castro

La rosa de Paracelso, Jorge Luis Borges

“El camino es la piedra. El punto de partida es la piedra”. No existe un objeto, ni una situación, ni una historia…existen multiplicidades en un mismo objeto, procesos en una misma situación, rupturas…discontinuidades…todo es devenir. El aprendizaje de algo implica una genealogía de ese algo. Todo se hace en el mientras tanto.

El llegar a la Piedra implica comprender el proceso interno que conlleva el recorrer el camino de conocer cómo llegar a la Piedra. Proceso que está impregnado de aprendizajes constantes, que nos harán ir y venir por el recorrido y darnos cuenta que la Piedra era el punto de llegada pero a la vez el punto de partida, porque está estrechamente conectado en el proceso perenne de asimilar el camino y saber que no hay nada más allá que no esté configurado por nuestra experiencia.

La predisposición misma que Paracelso le exigía a su discípulo (a manera de fe) era la apertura mental interna que se necesita para asimilar el proceso de conocimiento. Pero el aprendiz despliega una lógica basada en la demostración para lograr la convicción y luego empezar a recorrer el camino hacia algo que siente fuera de él. En cambio Paracelso buscaba que comprendiera que ese algo no está fuera de uno, no es algo a lo cual se pueda llegar o acceder sino que implica un proceso de construcción de un algo en el que él (discípulo) está inmerso.

Andrea Banega

Comisiòn: Prof.: Flavia Castro

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